jueves, 19 de febrero de 2015

No leeré ni veré el peliculón del momento.

Bueno, ya ha sido estrenada la película que más marketing ha aplicado en los últimos tiempos. El mayor éxito de la mentira, estrenarla un viernes 13 ignorando el runrún anglosajón sobre esa fecha y enfocándola en el 14 de febrero. Hacen una versión "gótica" de un tema de Beyoncé para la promo. Cogen a un actor que la último que le recuerda el fandom es por su inocente y breve papel como Graham en Once upon a time, le afeitan y ya está, peliculón "romántico".

Vamos a explicar primero algo del amor, algo que ya tenían claro lo sabios griegos de la antigüedad:

* Eros, amor pasional físico y emocional basado en la estética. Estereotipo del amor romántico.
* Ludus, amor entendido como un juego, deporte, o conquista.
* Storge, amor afectivo que se desarrolla lentamente a partir de una amistad o basado en la similitud.
* Pragma, amor que se guía por la mente y no por el corazón.
* Mania, amor obsesivo, experimenta grandes altibajos emocionales, muy posesivo y celoso.
* Agape, amor altruista incondicional, espiritual.

¿tenemos claro este punto de inicio?
Bien, situémonos. No todo el mundo se rige por un amor Eros. Aunque parezca increíble es así. Nuestra cultura visual nos hace caer pronto en la belleza estética para enredarnos en un amor que no existe (consultad 500 días de verano y la frase magistral de la niña "sólo porque le gusten las mismas fricadas que a ti no quiere decir que deba ser tu novia"). Claramente se nos incita a la objetificación de las personas, quien no lo tenga claro que vea bien el papel de Jessica Rabbit en ¿Quién engañó a Roger Rabbit? Si os sigue atrayendo sólo su figura física ("no soy mala, sólo me han dibujado así") es que el árbol os impide ver el bosque. Jessica odia que la vean sólo como un florero, un trofeo bonito del que presumir -debe llevar un cepo en el escote para evitar sobones-, nadie ve su honestidad, su nobleza -de la que muchos se aprovechan-, por eso está con Roger, porque él sí ve su carácter, no sólo las trazas físicas.

La historia que narra la famosa trilogía romántica es un amor de tipo mania-eros y quizá ludus. Tipos que cuanto menos van a ser complicados.

Personalmente me rijo por el Pragma-Storge (más bien platónico entendido como el antiguo, que no se debe revelar a la otra parte que uno está 'colado', simplemente usar ese ánimo para mejorarse personalmente), por eso normalmente un relato romántico no me atrae leerlo, porque no representan ese tipo de amor, ya que habitualmente las historias románticas son de tipo eros o mania. Por eso no me extraña que esta trilogía sea también llamada romántica, no es la primera ni será la última.

Pero la trilogía ya roza el límite, porque abiertamente es una relación abusiva (él le rige la dieta, el deporte, las amistades, etc, etc).
Cierto es que a veces una de las partes de la pareja acepta de buen grado o se coloca en esa situación por sí sola hasta casi anular su individualidad para fundirse de pleno con la otra parte. (Recordemos la discusión de Emma y Adèle en La vida de Adèle cuando Emma se da cuenta de que Adèle está dejando atrás todos sus círculos e intereses sólo para estar con Emma, pese a que Emma quiere que Adèle mantenga su individualidad, es Adèle quien decide vivir solamente en torno a Emma, compartir solamente sus amistades y sus intereses los cuales no termina de comprender y casi siempre se siente fuera de lugar).

Nos quieren enmascarar la justificación del abuso en ¿que exáctamente? ¿el BDSM?
Una relación puede incluir plenamente BDSM, y para ello se basa en confianza mutua, en diálogo previo, durante y después, en recrear una escena controlada, planificada, en el cuidado previo, durante y después. Eso no incluye controlar la vida del otro fuera de esa escena.

Dejemos al margen ese mito tan antiguo, de la chica inocente que se queda anonadada con un hombre con dinero, con poder y demás. Esa parte no hace más que recordarme las obras del Marqués de Sade, y en ese caso esas narraciones tenían una intención clara, denunciar el abuso de poder -incluido el estamento religioso, en su cinismo virginal- de los estamentos superiores sobre los inferiores, pues podían comprar y manipular vidas humanas a su antojo, literalmente, a veces incluso "en nombre de la ciencia" lo cual me da bastante grima.

Lo que más me ha sorprendido es mi corta relación con la susodicha trilogía.
Fue hace dos años cuando estaba haciendo un taller de escritura, salió a relucir el tema, traído por cuenta de otra mujer adulta, y lo veía como una historia romántica. Otro compañero repitió las criticas literarias que había leído, poco menos que lo mismo que acabo de contar, y en particular sobre el BDSM, a lo que no pude resistirme y comentar ciertamente entre asombro y preocupación ¿como que no hay consentimiento previo?
Lo sorprendente fue la respuesta del grupo ¿ah, como sabes eso pillina? La respuesta no debería haber sido esa. No voy a entrar en que un escritor debe saber mucho de muchas cosas, no significa que uno practique o sea nada, simplemente se ha informado para un personaje, una trama, un ambiente, una época, cosa que fue mi caso cuando escribí una historia de un hipersexual a lo que exploré hasta que límites me iba a sentir a gusto escribiendo esos temas, lo que me llevó entre otras cosas a leer el Marqués de Sade.
A lo que voy es que si aún vemos normal que un hombre por el hecho de tener dinero puede someter a una joven a su antojo, casi literalmente comprando su vida, su existencia y manipulando sus intereses y prioridades significa que poco hemos avanzado desde la revolución francesa.

Me enteré además que la trilogía en cuestión viene de una fanfic sobre Crepúsculo (otra novela que no he leído porque para leer de vampiros me leo el original, con su absenta, su miedo social a la sangre, la caballerosidad y palabra de los pretendientes de Lucy, la vasta biblioteca del Conde, Van Helsing con sus risas histéricas en los momentos de nervios).
He leído fanfics de todo tipo, para mi es otro tipo legítimo de escritura, sé que es la vía de arranque de muchos escritores futuros, que deciden ese medio porque da un contacto directo con el lector, permite colaborar o consultar a otros autores, donde parte del trabajo está hecho porque tomas personajes que ya existen, de contextos en los que ya se han movido -una serie, una película-, pero eso no evita desarrollar tramas propias, personajes propios, mundos alternativos, crossover y demás. Escritores que se obligan a una rutina que les hará ESCRITORES, que se informan antes de escribir a su antojo y que informan al lector de muchas cosas con palabras sencillas.
¿como puede una escritora de fanfic ser tan pésima? ¿como puede traer una trama BDSM sin una relación previa, y además llevarla directamente a una relación de abuso vendiéndonos todo como un romance?

Puedo entender que una persona tenga esas fantasías, perfectamente, -es más solo entiendo parte del interés de la trilogía desde el punto de vista de una mujer ya experimentada- eso no significa en principio nada malo, pero ignorar deliberadamente el claro abuso de la trama es sumamente preocupante. Las relaciones abusivas no son románticas, no son bonitas, no vale un "si en el fondo me quiere", si alguien ama desde el fondo de su ser te quiere eso se ve en la superficie en cada minuto que pasa contigo. Es muy difícil salir de una relación abusiva debido a la manipulación emocional sufrida dejando un lastre emocional sumamente pesado.
El peligro está en la cantidad de chicas que van a creer que esta relación "romántica" es lo que deben esperar de su vida amorosa real.

No me puedo creer que Europa censure videoclips que denuncian la crudeza del acoso escolar y permita sin problemas la reproducción en cines de ésta película.
Me pilla ya bastante lejos pero ¿acaso se pudo verse con tanta facilidad películas como Las vírgenes suicidas? Una película donde claramente la madre, tan Bernarda Alba como la nuestra, abusa emocionalmente de sus hijas rompiendo sus discos, prohibiéndoles ir a clase, no se sabe muy bien la razón.

Por ello os informo que hay una iniciativa popular en contra de esta película que promueve en cambio que se donen 50 doláres (o la divisa de cada país) a las asociaciones de ayuda a las mujeres maltratadas, a la cual pienso contribuir y a la que os animo a uniros. Y a las cuales recuerdo que la tarea no es sólo ayudar a esa mujer sino también debería tratarse a ese hombre que se cree en el derecho de dañar a una persona hasta ese punto.

¡seguid nadando!

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